Escrita y dirigida por Arístides Vargas. Grupo Malayerba (Ecuador). 17 al 26 de julio
Escrita y dirigida por Arístides Vargas
Con
Charo Frances Miranda
Rosa Luisa Márquez Catalina
Músico: Elena Vargas
Diseño escénico: Antonio Martorell
Vestuario: Suda Karibe
Composición musical: Pilli Aponte
Duración: 70 minutos
Catalina y Miranda se encontraron en diferentes lugares en tiempos diferentes sin saber cuál es el tiempo real que les toca vivir. Esta obra está basada en las improvisaciones que Rosa Luisa Márquez y Charo Francés realizaron en lugares distintos como Madrid, Quito y San Juan y, de alguna manera, expresa la amistad surgida del desarraigo, la solidaridad de las que están fuera de si mismas. Agradezco a estas dos magníficas actrices, directoras y maestras, el haber compartido sus mundos, el mostrarme en sus memorias, sus países: España y Puerto Rico, sus exilios diarios y sus recuerdos.
Trabajé “Donde el viento hace buñuelos” a partir de estas dos vidas que se cruzan inagotablemente en los afectos. Estas dos vidas son la de Rosa y la de Charo, tratando de indagar unas vidas sincrónicas, compuestas por momentos afectivos e intentando hacer de estos momentos una historia anacrónica, ya no es necesario la dictadura de los hechos históricos, sino las pequeñas batallas afectivas que estas dos personas libran en un espacio de tiempo caotizado. El tiempo es otro de los grandes mitos de este trabajo, aparece totalmente subvertido. No existe la temporalidad aislada de los hechos históricos, sino la temporalidad de los hechos que creímos vivir, la poca certeza y la fragilidad de imágenes posibles en nuestra memoria, pero no necesariamente ciertas. Los miedos de estas dos actrices fueron conformando el material fundador de esta obra. Los miedos y los deseos completaron escenas, imágenes, silencios y construyeron un mundo donde no existe la posibilidad de apoyo. Los personajes no se pueden sostener en lo cierto. Viven en una especie de exilio, en esa brecha entre lo vivido y lo supuestamente vivido
Arístides Vargas
CELCIT. Temporada internacional 2015 - 40º Aniversario
El Grupo Malayerba (Ecuador), con la obra que nos ocupa, tuvo a cargo la apertura de la Temporada Internacional del CELCIT (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral), Instituto de las Artes Escénicas que cumple 40 años de trayectoria y de dedicación intensa por la integración teatral iberoamericana (1975-2015). La agrupación Malayerba se formó allá por 1981 y sus integrantes mantienen los principios ideológicos con el fuerte compromiso por la vida. Con diferentes estéticas atravesadas por distintas vivencias personales le dan una textura especial a cada obra, a cada puesta escena, a cada personaje, apoyándose esencialmente sobre dos principios constructivos: la poética y la ética. La profunda y profusa dramaturgia varguiana permite que cada texto dramático no sea una obra cerrada sino, por el contrario, acorde a nuestro actual mundo globalizado, siempre con cierta movilidad interna e itinerante. Aunque la estructura de base se mantiene, se agregan o se modifican detalles, elementos, puntos de vistas que, necesariamente, hacen de cada texto escénico un hecho vivo, exuberante, y atravesado por la subjetividad latinoamericana.
Por lo tanto, en Donde el viento hace buñuelos la memoria todo lo atraviesa, en un espacio íntimo pero en el que confluyen lo privado y lo público, con un tiempo no lineal ni fragmentado sino con dobleces existenciales mientras los recuerdo fluyen sin sobresaltos. Un presente atemporal, con ausencias y vacíos, a la espera de que un hombre, que está Donde el viento 2dormido o quizá muerto, desocupe la cama para que Catalina o Miranda puedan descansar. Este presente a mitad de camino entre lo onírico y la vigilia permite que ambas amigas compartan sus íntimas confidencias, sueños alegres y otros no tanto y dolorosos fantasmas. Miranda llega de viaje a visitar a su amiga, ellas interactúan y juegan a través de los diálogos, los monólogos y las evocaciones de esos recuerdos. Así, en la asistencia ante el dolor y la enfermedad de la otra, se configura en el escenario un mundo, sin tiempo ni espacio, por fuera de una realidad ordenada. Las distintas escenas se van sucediendo a modo de reflexiones personales, también con momentos en los cuales ellas usan su relación de amistad y complicidad para presentar eventos de la vida de cada una. De pronto Catalina se convierte en Buñuelo, el perro de don Luis Buñuel. Las intervenciones de Buñuelo agregan una nota de humor que distiende el tono reflexivo y la intensidad de la atmósfera; además nos dan una clave para entender las varias referencias 1Donde+el+viento+3al surrealismo, al mundo onírico, en lo visual y en lo auditivo, como las referencias a los ojos y al famoso “corte del ojo” de Un perro andaluz (1929) que se recrea en escena valiéndose de un huevo duro. Mientras, el tercer personaje, que bien podría ser metáfora de un ángel o de la muerte, es la cantante y guitarrista, quien aporta un tono melancólico, pues la música y la letra de la canción fortalecen ese espíritu de búsqueda, de encuentro y despedida alegremente triste que el texto va delineando. El espacio escénico está delimitado por una franja de papel blanco y sobre éste varios elementos, pero lo que más nos llama la atención son los pequeños atriles con finos trazos de rostros, imágenes simbólicas que remiten a varios sentidos, desde lo particular: un pequeño cementerio, desde lo social: nuestros numerosos desaparecidos latinoamericanos. Por otro lado, cada elemento cobra vida – la mecedora, el botecito a vela, la caja sobre la cual los diferentes zapatos – pequeños duendes familiares – con su caminar le suman mucho humor, como también la perfecta utilización de las máscaras para Buñuelo y para la mamá de Miranda. Charo unnamedFrances y Rosa Luisa Márquez son de una exquisita sensibilidad y de una impronta escénica muy difícil de asir, con la solvencia y ductilidad que se construye a través del compromiso, de la búsqueda y de la pasión en el quehacer teatral modelan de manera artesanal a sus criaturas, con esa dimensión onírica del surrealismo y el realismo mágico. El espacio escénico se expande en el juego perfecto entre la poesía y el humor, con la propuesta lúdica entre la organicidad y la reflexión, en una larga noche de vigilia a la espera de que una vida cumpla su ciclo, a modo de una “bitácora de viajes” o mejor dicho una bitácora de emociones y sentimientos. El relato se atreve a jugar con cada sujeto espectador y nosotros aceptamos el desafío porque cada obra del Grupo Malayerba nos demuestra que nuestros sueños y nuestros afectos no mueren y que necesitamos mantener viva nuestra memoria particular y, en especial, muestra memoria social para contrarrestar el anonimato de la globalización. Una puesta en escena imposible de olvidar por su fuerza vital centrífuga y por la sutileza de una poética que como el viento se materializa antes nosotros y se apodera de todos nuestros sentidos, como las chalinas o paños que se mueven de forma ondulante en la escena así nos nuestra cotidianidad queda suspendida más allá del tiempo real de la obra. Sólo nos resta decirles Gracias a estos tres grandes pilares de nuestra actualidad teatral: CELCIT / Malayerba / Arístides Vargas.
La visita de Malayerba al Celcit.El grupo dirigido por Arístides Vargas presentará mañana "Donde el viento hace buñuelos".
Arístides Vargas regresará a Buenos Aires para presentar Donde el viento hace buñuelos, un clásico del teatro latinoamericano contemporáneo, que se verá desde mañana en el Celcit.
Vargas es mendocino, se formó como y director en Cuyo, pero se exilió en el 75´ debido a su militancia en el peronismo revolucionario. De hecho su hermano estuvo preso en el penal Trelew, experiencia que dio forma a la obra La razón blindada.
Luego de varias idas y vueltas Arístides Vargas recaló en Quito, donde fundó el grupo Malayerba en 1980 junto a la actriz española Charo Francés. Malayerba no solo continúa en actividad con obras presentadas en distintos festivales internacionales, sino que junto a Yuyachkani (Perú), La Candelaria (Colombia), forman parte de la tradición del teatro grupo latinoamericano de mayor relevancia y duración en el continente.
Donde el viento... es una obra con resonancias al exilio y la memoria, eje de casi toda la producción dramática de Vargas. También es el resultado del encuentro de dos actrices: Charo Francés, y la directora y actriz puertorriqueña Rosa Luisa Márquez, una de las colegas destacadas que tuvo el argentino Osvaldo Dragún cuando fundó en los 80´, en La Habana, la Escuela Internacional de Teatro de América Latina y el Caribe (EITALC).
Francés y Márquez convocaron en el año 2000 a Vargas para que escriba esta obra. El resultado fue una historia de dos hermanas que se preparan para dos viajes distintos. Un texto de 45 escenas gestado a partir de improvisaciones que fue variando, pese a mantener su núcleo principal, de función a función desde su estreno.
En Buenos Aires estarán durante dos semanas: viernes a las 20; sábados, a las 22 y domingos, a las 18.
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