Como si fuera esta noche

De Gracia Morales. Dirección Carlos Ianni
Con Cora Ferro, Andrea Martínez
Escenografía y vestuario Solange Krasinsky

Sinopsis

Autor
Gracia Morales

Mercedes: Andrea Martínez
Clara: Cora Ferro

Diseño cartel
Agustín Calviño

Fotos
Soledad Ianni

Escenografía y vestuario
Solange Krasinsky

Dirección
Carlos Ianni

 

Espectáculo sin intervalo
Duración: 45 minutos

Teatro CELCIT. Temporada 2003

¿Somos los autores los más capacitados para "presentar" nuestro texto cuando este forma parte de una puesta en escena? Ahora que ha sido leído, estudiado, sufrido y disfrutado por las actrices y el director, ¿no conocen ellos mejor que yo sus entresijos, sus connotaciones, sus errores y sus aciertos? Estoy segura que sí... Sin embargo, para mí supone un orgullo y una responsabilidad redactar ahora esta presentación.

Estos dos sentimientos me acompañan desde que Carlos Ianni me propusiera llevarla a escena. Orgullo porque esa elección le aporta un valor insospechado a esta pieza; responsabilidad por la conciencia de que va a ser sometida a una importante prueba: la de hablarle a personas con una identidad cultural distinta de la mía. ¿Será capaz esta obra, escrita en el sur de España, de mantener su capacidad comunicativa? ¿Cómo será interpretada desde la Argentina, desde ese país por el que siento una verdadera fascinación y un profundo cariño? Me planteo estas preguntas ahora que sospecho la mirada de un público nuevo, con unas expectativas propias. Será su presencia y sus reacciones las que les den sentido, en cada función, a todos estos meses de trabajo.

Desde mi punto de vista, los pilares que sostienen Como si fuera esta noche son el deseo y la memoria. Quise que Clara y Mercedes, sus dos protagonistas, pudieran encontrarse en un espacio común, superando una barrera temporal de dieciocho años. Que pudieran decirse y decirnos las frases que aprendemos a guardar ("con sus esquinas dobladas") en el fondo de los cajones. No resultó difícil dejarlas elegir entre la palabra o el silencio; reclamaban su derecho a hablar o a permanecer calladas, llevándome de la mano por ese maravilloso camino que recorre el autor cuando un personaje le encuentra.

Con este texto he tratado de contar una historia, muy parecida a las que encontramos frecuentemente en la prensa; intenté hacerlo desde dentro, desde su compleja cotidianeidad, sin dibujar ni héroes ni verdugos. Contar una historia que golpeara al espectador, utilizando también la ternura y el lirismo.

Eso fue lo que quise. Ahora es el momento de que Andrea y Cora encarnen sus voces, que les den cuerpo y vida. Sé que Carlos Ianni ha puesto mucha ilusión en este proyecto y yo, desde aquí, desde este trocito de papel, quiero darles a los tres las gracias por su confianza y por su manera de hacerme sentir presente en la distancia.

Gracia Morales

 

Gracia Morales nos propone sumergirnos en un mundo mágico, un mundo que, traspasando todas las barreras temporales, permite, en un salto de casi dos décadas, un encuentro fugaz entre madre e hija, decisivo para esta última.

Dice Gracia que los pilares que sostienen a Como si fuera esta noche son la memoria y el deseo... Es así. Pero omite, tal vez por modestia, que con sus 28 años es dueña de una exquisita e infrecuente sensibilidad, y que, sobre todo, lo que atraviesa y sostiene su obra es la ternura. Esa mirada entrañable y querible con la que ha trazado a Mercedes y Clara, sus personajes, y al vínculo (el que existió y el que hubiera podido existir) que las une. Y ese mundo mágico no hubiera sido posible de concretar en un escenario sin el decidido compromiso, pasión y talento de Cora y Andrea, poseedoras como aquella, de una sensibilidad sin par.

Me enorgullece, como maestro que he sido de ellas, haber participado de esta aventura creativa con la que dan comienzo a su vida profesional.

Seguramente, nos esperan aún otros sueños y otras aventuras por recorrer juntos.

Carlos Ianni

Notas y críticas

Historias mínimas

Con dirección de Carlos Ianni se estrenó Como si fuera esta noche, una obra de sencillo lirismo sobre el tiempo, el deseo y la memoria.

Una muchacha inclinada sobre su labor cose, tal vez desde hace varias horas. Endereza la espalda dolorida, se frota el cuello y los hombros, y sigue cosiendo. De a ratos canturrea bajito algún bolero de los años 50; de a ratos le pone voz a su monólogo interior. Entrecortado por los pensamientos que no llegan a ser palabra, el discurso de la mujer empieza a mostrar la trama de deseos, sueños y frustraciones de una persona común, alguien que se parece a millones, pero cuya cotidianidad es única, compleja e intransferible. Ni más ni menos que la de los seres considerados excepcionales.

Cuando el público empieza a comprender y a identificarse con los gozos y las sombras de Mercedes, cuando ya sabe que su marido llegará tarde, tal vez cansado o borracho, acaso dispuesto homenajearla entre las sábanas; cuando sabe que la costurera es la madre de una niña que la desvela, algo en el hilo del relato se resquebraja: Mercedes no es más que su propia memoria. Porque Mercedes está muerta.

En la otra mitad del pequeño escenario, separada por una diagonal en el suelo y por la luz que oculta o revela según conviene a la acción, está Clara. Como Mercedes, parece recién salida de la adolescencia. Pero viste y habla como una chica de hoy, está enamorada, es vital, da pelea.

Promediando la pieza, la alternancia de los monólogos de las dos mujeres pone al descubierto que hay muchas cosas en común entre ambas. Como que son madre e hija. Que han sufrido mutuas ausencias. Que las cosas que no se dijeron cuando todavía era el tiempo, alguna vez regresan a exigir ser nombradas.

El texto de la joven granadina Gracia Morales hace honor al nombre de pila de la autora. La anécdota resulta conmovedora en su brevedad y sencillez. Los personajes están construidos con refinamiento minimalista, como captados en esos instantes de poética trascendencia que la vida de todos los días provee tan discretamente como para que pasen inadvertidos.

En cuanto a la labor del director Carlos Ianni, corresponde destacar cómo valorizó la delicada partitura haciendo de la austeridad de medios materiales una de las virtudes del espectáculo.

Las actuaciones de Cora Ferro y Andrea Martínez muestran una marcación rigurosa en cada gesto, en cada movimiento o en la altura y la inflexión de sus voces. Marcación que por momentos se nota demasiado, pero que es sin duda necesaria tratándose de dos jóvenes actrices. Igual, comunican con sensibilidad los universos íntimos de sus criaturas y sus labores anticipan una proyección profesional valiosa.

Los escasos elementos de escenografía, vestuario y utilería están llenos de sentido. Las luces crean y disuelven atmósferas sin apelar al deslumbramiento del espectador. Como si fuera esta noche está tan lejos del gran espectáculo como de las audacias experimentales. Sin embargo, en la brecha entre ambas estéticas, la obra encuentra el montaje que la ilumina.

MUY BUENO

Olga Cosentino. Clarín. 13/02/2003


Volver al pasado para entender el presente

La dramaturga española Gracia Morales (Granada, 1973) se da a conocer por primera vez en la Argentina y con un texto singular, que habla tal vez del mundo femenino, pero que fundamentalmente hace hincapié en la memoria para posibilitar el crecimiento de una nueva generación.

Dos mujeres, Clara y Mercedes, habitan un mismo espacio escénico. Expresan en apariencia dos realidades muy distintas. Entre una y otra hay varios años de diferencia. Mercedes cose y habla de su pareja, su matrimonio, su hija, sus dolores cotidianos; Clara espera a alguien y aporta referencias sobre su mundo juvenil. A medida que la acción avanza se tornan claras algunas posibles relaciones entre ellas. Pero nada es definitivo. Pueden haber sido madre e hija. O no, tal vez cada una no hace más que expresar un arquetipo de su edad. Pero no importa demasiado. El espectador cerrará el juego, si quiere, o se llevará aisladamente cada conducta y la analizará siguiendo las líneas que esas mujeres proponen.

Desde su juventud Clara busca crecer; desde su madurez Mercedes intenta seguir construyendo. Pero los deseos de ambas no son casuales, responden a sus historias respectivas. Y al repasarlas Gracia Morales no hace más que acercarse sensiblemente al espectador y lo provoca, le hace carne sus propios recuerdos.

EN BUSCA DEL RECUERDO. A primera vista podría decirse que es un texto muy femenino, pero al final el mecanismo de la pieza no hace más que reforzar la idea de que se trata de un texto muy humano, no importa el sexo de sus protagonistas. ¿Quién no busca en el recuerdo, y a veces desesperadamente, algo que le posibilite entender su conducta presente?

En las últimas temporadas, Carlos Ianni ha dado muestras acabadas ("Fragmentos de un amor contrariado", "Monogamia") de un estilo teatral que busca hacer de los personajes los referentes obligados de sus propuestas. No importa tanto agudizar el ingenio sobre las posibilidades espaciales o técnicas (mínimas por otro lado en la sala del Celcit), sino consolidar un potente juego de relaciones actorales para hacer trascender mundos nunca demasiado en conflicto, pero con la suficiente carga de dramaticidad como para proponerle una seria reflexión al público.

Aquí vuelve a cargar las tintas sobre eso y es muy acertada la elección de las actrices Cora Ferro y Andrea Martínez (ambas con muy buenas cualidades interpretativas). Las dos son muy jóvenes y esto potencia la pieza. Es muy inquietante verlas valorizar y atravesar el mundo de sus personajes, porque esto hasta permite que el espectador tenga un mayor registro de cuáles pueden ser las posibilidades de crecimiento de un ser, en el futuro, y dentro de un contexto social determinado. Porque hay detalles de puesta, en el vestuario y en los objetos, a partir de los cuales se pueden reconocer algunos momentos históricos de esta Argentina. Los que esas mujeres han transitado o transitan, los que en definitiva hacen crecer las imágenes con las que trabajan.

Carlos Pacheco. La Nación. 24/01/2003


La vida es un bolero para bailar

Con un éxito de público, se realizan los sábados en el Taller de Teatro de la U.N.L.P funciones de este espectáculo presentado por el CELCIT

El Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT), presidido por Juan Carlos Gené y dirigido por Carlos Ianni, está ofreciendo en La Plata (todos los sábados a las 21 en el Taller de Teatro de la UNLP) uno de sus espectáculos del presente año.
Como si fuera esta noche es un texto escrito por una joven dramaturga española que incursiona por los caminos de una relación muy transitada en la literatura y, específicamente, en el teatro: el vínculo madre e hija.

Sin embargo, al romper los límites que el tiempo del reloj impone, logra un clima novedoso para enmarcar la temática de los conflictos generacionales, con su cuota de incomprensión pero, al mismo tiempo, con una ternura profunda y verdadera.

Dos estructuras de monólogos presentan la historia de una mujer golpeada y prisionera de la rutina más gris, que acaba finalmente asesinada, y la de una joven que hace un recuento de su vida hasta el momento en el que debe decidir sobre un embarazo no deseado. Las narraciones se enganchan ya que ambas son madre e hija, y entonces, gracias a una mágica ruptura temporal, se encuentran para decirse las cosas que alguna vez callaron.

En el programa de mano están impresas las significativas palabras de la autora con respecto a su creación: “desde mi punto de vista, los pilares que sostienen Como si fuera esta noche son el deseo y la memoria. Quise que Clara y Mercedes, sus dos protagonistas, pudieran encontrarse en un espacio común, superando una barrera temporal de dieciocho años. Que pudieran decir y decirnos las frases que aprendemos a guardar en el fondo de los cajones”.

El espacio escénico cuenta con pocos pero sugerentes elementos escenográficos: silla, sillón, objetos de costura, telas, espejo que funciona como pizarrón, lápices labiales usados como tizas. Ellos son suficientes para reforzar y complementar a lo lingüístico y proponer lecturas más ricas.

La música del bolero es más que marco y creador de climas pues connota generalizaciones que exceden tiempo y espacio.

Las dos jóvenes actrices se inician en la actividad profesional con esta obra y revelan condiciones que permiten augurarles éxitos. Ambas manifiestan manejo de recursos corporales y vocálicos a los que dosifican con mesura. Se desplazan con soltura y presencia, transmitiendo más de lo dicho a través de las palabras. Claro que en esto tiene mucho que ver la correcta marcación de dirección, que controla todos los signos del espectáculo y los combina de manera armónica y sin descuidos.

En síntesis : un espectáculo que merece ser visto y que dignifica la variada propuesta teatral que ofrece la ciudad todos los fines de semana.

Ana María Tótoro. Hoy. 27/10/2002


Como si fuera esta noche

"Mercedes" y "Clara" son madre e hija. Por circunstancias que no conviene revelar aquí, Mercedes no pudo ver crecer a su niña hasta convertirse en la joven mujer que es ahora. Clara, por su parte, está atravesando una situación muy particular que la hace añorar intensamente a su madre, a quien desearía tener a su lado, hoy más que nunca, para sentirse contenida y pedile consejo.

Casi como por arte de magia, ese encuentro se produce, por disparatado e imposible que parezca. Desafiando las inexorables leyes de espacio y tiempo, Mercedes y Clara logran finalmente tener ese diálogo pendiente que el destino les había arrebatado.

Tal el planteo de la obra de Gracia Morales que cuenta una historia con la que el espectador puede identificarse fácilmente. ¿Quién no ha lamentado alguna vez no haberle dicho algo a un ser querido antes de que fuera demasiado tarde? ¿Cuántas cosas se nos quedan atragantadas, no explicitadas, silenciadas por temor, pudor o falta de oportunidad?

Andrea Martínez (Mercedes) compone una mujer sufrida, sometida, cuyo mundo se reduce a las paredes de su casa y los quehaceres domésticos, con el delantal de cocina como segunda piel, las manos con olor a lavandina y los dedos manchados de azafrán.

Cora Ferro encarna a Clara, esa joven que ha debido sobreponerse a una historia terrible que -si bien habrá dejado sus secuelas- no le impide armar su propio proyecto de vida. Repite alguna conducta de su padre (cierta tendencia a la bebida), pero su lado sano parece prevalecer.

Estas dos jóvenes actrices ponen toda su sensibilidad al servicio de sus personajes, tornándolos creíbles y queribles, estableciendo de inmediato un vínculo de complicidad entre sí y con el público.

La puesta de Carlos Ianni logra plasmar en adecuada síntesis esos dos planos espaciales y temporales en que se desarrolla la acción. Dos épocas, dos mundos, dos generaciones, dos mujeres separadas en muchos aspectos, pero unidas por un vínculo indisoluble, indestructible, un amor visceral y primigenio que supera cualquier diferencia.

"Como si fuera esta noche": nunca es tarde, cuando la dicha es buena.

Irene Bianchi. El Día. 12/10/2002


Una obra sobre el deseo y la memoria

"Como si fuera esta noche", obra de la española Gracia Morales, se estrenará hoy en el Taller de Teatro de la Universidad, a cargo de las actrices Cora Ferro y Andrea Martínez del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT).

Con dirección de Carlos Ianni, la obra se presentará los sábados de octubre a las 21, en la sala de 10 entre 54 y 55.

"Esta obra es básicamente un trabajo de actores, como todas las que dirijo. En ella se plantea el encuentro entre una hija y su madre pero cuando ésta tenía la misma edad de la hija, es decir superando una barrera generacional de 18 años. Si bien la obra no se puede encasillar en ningún estilo, se podría decir que contiene elementos del realismo mágico", explicó Ianni.

"En ese encuentro, la hija deberá tomar una decisión que cambiará su vida. El espacio es sugerente porque la obra transcurre en dos tiempos, el presente de la madre 18 años atrás y el de la hija", agregó.

"La autora es española y tiene 26 años y es una de las más destacadas de la nueva generación de jóvenes dramaturgos de ese país", indicó Ianni, y agregó que "el estreno se producirá en La Plata y a partir del 15 de noviembre la obra irá a la sala que el Centro posee en capital federal (Bolívar 850). Como nosotros hacemos un trabajo en colaboración con el Taller de Teatro de la Universidad, y como muchas veces sus elencos vienen a ofrecer funciones en nuestra sala, creemos que estrenarla en La Plata es una forma de devolverles esas gentilezas".

El CELCIT es una institución nacida en Venezuela en 1975, y posee una red de filiales en América Latina y Europa con el objetivo de promover el teatro latinoamericano en el mundo. En Argentina funciona desde 1978, y cuenta con una escuela de teatro que dirige Juan Carlos Gené.

"Las actrices de esta obra recibieron su formación teatral en este Centro y esta obra será su primer trabajo profesional", acotó el director.

Según la autora "los pilares que sostienen 'Como si fuera esta noche' son el deseo y la memoria. Quise que Clara y Mercedes, sus protagonistas, pudieran encontrarse en un espacio común, superando una barrera temporal de 18 años. Que pudieran decirse y decirnos las frases que aprendemos a guardar en el fondo de los cajones. No resultó difícil dejarlas elegir entre la palabra o el silencio; ellas reclamaban su derecho a hablar o permanecer calladas, llevándome de la mano por ese maravilloso camino que recorre el autor cuando un personaje le encuentra".

. El Día. 05/10/2002


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