Con Irina Alonso.
La mudita es una obra biodramática, escrita, dirigida y protagonizada por Irina Alonso, quien le da voz a una historia tabú. Está basada en la historia real de Inés Bianco, tía abuela de Irina.
La acción transcurre un domingo de 1975 en la peluquería de Inés.
Hace muchos años ella fue víctima de un hecho de violencia, infligido por quien era su marido.
Hoy se propone trabajar, atender a las clientas, dar consejos de belleza. Así conoceremos su filosofía de la pulcritud, un refugio para mantenerse en pie a base de estudios de peluquería por correspondencia, revistas femeninas de la época (publicaciones que enseñaban a las mujeres a cumplir adecuadamente su rol femenino) y también de canciones escuchadas en la radio.
Hoy es un nuevo aniversario de la última vez que le permitieron ver a su hija. Empiezan a cobrar peso los recuerdos, las emociones guardadas, y así Inés pronunciará por primera vez el relato de su historia silenciada.
Dramaturgia y actuación: Irina Alonso
Diseño de escenografía: Eva Córdova
Diseño de iluminación: Lucas Orchessi
Diseño de vestuario: Belén Pallota
Dirección actoral: Pablo Caramelo
Asistencia de dirección: Nury Bertone
Dirección general: Irina Alonso
Duración: 60 minutos
Este espectáculo cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro
CELCIT. Temporada 2022-2023
https://www.elcaleidoscopiodelucy.com.ar/2022/07/la-mudita-teatro.html?m=1
Daniel Gaguine. El Caleidoscopio de Lucy. 28/07/2022
https://medium.com/leedor/sentido-unipersonal-sobre-la-violencia-de-g%C3%A9nero-ece93075f997
Ezequiel Obregón. Leedor. 19/07/2022
Héctor Puyo. El destape. 24/06/2022
La mudita de Irina Alonso por Vanesa Perelló - Revista Otra Parte
Vanesa Perelló. OTRA PARTE. 09/06/2022
La mudita | Espectáculos de acá (espectaculosdeaca.com.ar)
Valeria Franchi. Espectáculos de acá. 09/05/2022
Inés es la protagonista de esta historia, nos abre su mundo… Promediando los años 70, en esa peluquería, su lugar, con el ritual a la espera de las clientas, va desgranado su historia, a través de su propia voz. Ella que a lo largo de su vida la enmudecieron, la investían de palabras de otrxs… ella que decidió callar… hasta hoy… Esa capa que se olvidó este domingo, como si toda protección de lo que fue vivenciando, callando, y su decir toma vuelo…
Vamos acompañándola, su cuidado, que todo esté en su lugar, vemos como fue invisibilizada por sus vínculos filiales, y ¿amorosos?… Su dolor, el abandono, el desamor, la violencia … van asomándose, va develándose entre maquillaje, lavado tras lavado, los peinados, el laberinto de los ruleros, el sonido de los golpes… y ella ahí de pie, la diferente, la que en silencio soporto… en ese domingo de espera, año tras año…
Irina Alonso, en su dramaturgia nos adentra en el universo de Inés de manera magistral, delicada, sentida. Su actuación es suprema, nos toma de la mano, y poco a poco, en un increscendo en cada latir del personaje, despliega los matices en ese transitar, en un ir y venir de emociones y sentimientos, recorre el escenario de una manera sutil, que nos envuelve, nos invita a ser testigos de ese momento, donde desde la hendidura sale a la luz lo que Inés silencio por años… Emociona, conmueve.
La dirección actoral de Pablo Caramelo, es extraordinaria, habitar el espacio escénico, en un recorrido que nada está por demás en el juego dramático. Cabe destacar, el vestuario y escenografía, que dan marco exquisito a la época que se desarrolla la historia.
Silvina Macri. Eclécticamente Arte. 29/04/2022
Y una vez más los muertos revivirán, la memoria quedará intacta y aquello que quedó en el ADN familiar saldrá a luz para gritar y darle voz a la Tía abuela de Irina Alonso, Inés Bianco, para todos, la mudita. La misión de la actriz y autora de la obra es resignificar su historia familiar y utilizar el escenario, ya no como un recurso catártico, sino como un espacio que permita registrar y revelar aquello que el tiempo, a veces cruel y despiadado, se encarga de borrar en una polvareda de recuerdos que se van disipando. Ya vimos esta intención en “Papá Bianco y los Alonso” y ahora tenemos la oportunidad de conocer a otra integrante de la familia, que no era actriz, que no era parte del clan, pero que vivió un hecho violento por parte de su marido, como tantas veces sucedía en aquella época, en sus diversos formatos de violencia, y como sigue sucediendo hoy, cuando seguimos luchando por esas voces de tantas mujeres que siguen calladas por un sistema patriarcal que las asfixia. Es 14 de julio de 1975, para Inés no es una fecha cualquiera. Por alguna razón no ha podido abrir a tiempo su peluquería y está demorada en dejar todo listo para el ingreso de sus clientas. Inés trata de ordenar el espacio para ordenarse. Quizá logre pensar “en cosas lindas”. Quizá pueda concentrarse en lo superficial, como un peinado que permite guardar las apariencias. Pero no, porque aún lo externo tiene la intención de esconder lo interno, y cuando nos damos cuenta de ello, comenzamos a “caer y caer en un pozo profundo que parece no terminar”. Inés caerá una vez más, y los recuerdos la envolverán en un torbellino de emociones de los cuales no puede escapar y así como ella refiere “no podemos matar a un bichito tan inocente” tampoco tenemos derecho a obrar sobre el destino de nadie, más cuando ese destino fue violentamente cambiado, sólo habrán quedado cicatrices que se abren para no cerrar. La puesta en escena en el Celcit mantiene la estética de los ´70, transportándonos en tiempo y espacio a los colores, formas y lenguajes de la época. La dramaturgia milimétricamente diseñada, permite narrar una historia del pasado con una hermeneútica que no dista del presente. Esto está muy marcado en la escena en la que Inés lee las revistas y todos los temas de actualidad rondan en el rol doméstico y superficial de la mujer, que actualmente, habiendo avanzado tanto en materia de derechos, sigue estando vigente, mutado en otras formas. Inés, la mudita, no sabe en quién se ha convertido gracias al texto de su sobrina nieta, Inés representa la voz de aquellas mujeres que tienen que salir a sobrevivir a pesar de la opresión del hombre. Irina Alonso moviliza. Navega entre el humor y el drama como sólo las grandes actrices pueden hacer, apropiándose del texto y revelando el mundo interior y el subtexto del personaje, interpelándonos hasta las lágrimas. Inés, la mudita, es una obra para reflexionar, aplaudir de pie y no dejar que nadie calle, nunca más.
Sergio Misuraca. La letra teatro. 13/04/2022
con Teresita Galimany (Argentina)
12 de marzo al 2 de julio
Miércoles de 19 a 21
con Arístides Vargas (Ecuador)
31 de marzo al 28 de abril
Lunes y jueves de 17 a 19
con Ariel Barchilón (Argentina)
5 de marzo al 25 de junio
Miércoles de 13 a 15
con Yoska Lázaro (España)
8 de abril al 24 de junio
Martes de 15 a 17
con Teresita Galimany (Argentina)
10 al 14 de febrero
Lunes a viernes de 15.30 a 17.30
con Carlos Ianni (Argentina)
8 de abril al 25 de noviembre
Martes de 10 a 13
con David Gaitan (México)
5 de agosto al 9 de septiembre
Martes de 15 a 17
con Ernesto Martínez Correa (Colombia)
11 de marzo al 29 de abril
Martes de 11 a 13