"El teatro es presente constante como la vida, para la que el pasado ya no es y el futuro no lo es aún. La representación teatral, como la vida, nace, deviene y muere. La representación de mañana se parecerá, seguramente, a la de hoy, porque ha sido cuidadosamente preparada asegurando cómo se relacionan sus partes; pero la subjetividad del actor no es la misma de ayer, ni el público es el mismo, ni el mundo en que esta nueva representación se realiza, es el mismo que ayer. El hecho teatral vivo y auténtico, ocurre una sola vez y es irrepetible. El actor es el teatro, el único código imprescindible de la representación. Un actor puede crear teatro ante el público, puede realizar todas esas formidables modificaciones, sin texto previo, sin director que lo contenga, sin escenógrafo que diseñe su espacio. En cambio si el dramaturgo, el director o el escenógrafo intentaran prescindir del actor, en la misma intención estarían produciendo la desaparición del teatro. Pero la situación así planteada, no puede invertirse. Sólo sin actor no hay teatro". Juan Carlos Gené
Autoría: Juan Carlos Gené
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