De Federico García Lorca. Dirección: Ezequiel Molina
15 de marzo al 5 de abril
De Federico García Lorca
Leandro Cóccaro El Duende
María Nydia Ursi-Ducó Marcolfa
Ezequiel Molina La Madre
Roberto Romano Don Perlimplín
Laura Wich Belisa
Diseño y realización de vestuario: Mariana Ron y Dalila Carro
Diseño y realización de escenografía: Adriana Ovelar y Franciso Varela
Fotografías: Vanesa Trosch - Fabian Biondi
Música: Jorge Grela
Iluminación: Gastón Calvi y Ezequiel Molina
Asistencia: Dalila Carro y Franciso Varela
Dirección: Ezequiel Molina
Duración: 60 minutos
CELCIT. Temporada 2014
Don Perlimplín teme y se refugia en sus libros. Marcolfa se puede morir en cualquier momento e intenta ayudarlo. Belisa es una linda muchacha y ya está bastante madurita, pero pronto será casada con Don Perlimplín en manos de su Madre. Algo sucede en la noche de bodas y el Duende devela la verdad. Él descubre su cuerpo. Ella su alma. Y nace el Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín.
Estamos frente a una obra obra experimental, poética y nada sencilla de este magnífico autor. Intentamos montar y poner en funcionamiento un mundo singular, que apoyado sobre los pensamientos y palabras de Federico García Lorca y en forma entretenida, lleve fantásticamente de viaje a los espectadores durante esos 60 preciosos minutos que tanto ellos como nosotros decidimos compartir.
Lirismo de plata en García Lorca.
Si no me amas a mí, llorarás de amor por él”, dice el protagonista de Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, cuatro cuadros que Federico García Lorca escribió para ser vividos por muñecos de guignol. Y en esa afirmación va un juego de ocultamiento y revelación; diversa forma de ver el hombre a su doble. Federico busca y experimenta el arte puro, rozado por el surrealismo y la admiración por Juan Ramón Jiménez. Amor… se da a conocer en 1933 y su poética borra el contraste entre lirismo y crudeza en la carnalidad impiadosa de la voluble Belisa y el papel de los duendes que le sirven, “amantes de las cinco razas o continentes”. La obra, motivo de fuerte y ciega censura en la España pre Guerra Civil, es un soberbio texto ambiguo y de lectura múltiple, tragicómico, simbolista al cabo. En esta versión, las marionetas son actores y uno solo el duende por todos los lorquianos. También propone algún travestimiento para mejor contar lo admirablemente contado ya. Expresado en apretada y plausible síntesis surge buena parte de lo que el genio de Lorca fue capaz de propagar sobre esa letra falsamente simple. Resucitar esta juguetona trama de farsa en claroscuro es gran mérito del director Ezequiel Molina; su bella puesta de delicadas luces. Destaca el poético cornudo Perlimplín jugado por Roberto Romano, así como la intensa ama de Susana Machini.
Luis Mazas. Revista Veintitrés. 14/12/2013
con Paula Travnik
A demanda
45 minutos de video tutorías
con Javier Swedzky
20 de marzo al 3 de julio
Jueves de 19 a 21
con María Svartzman
7 de abril al 24 de noviembre
Lunes de 18:30 a 21
con Eloísa Tarruella
17 al 28 de febrero
Lun, mie y vie de 11 a 13