Who Wants to
be a Woman Tomorrow?
por Hedda Kage
Configuraciones
femeninas en las artes escénicas contemporáneas.
2° Academia
de Verano, Braunschweig. Del 4 al 9 de julio del Festival
Theaterformen 2000, en colaboración con el Instituto
Internacional de Teatro (ITI)
Nos han
preguntado muchas veces a qué nos referimos con este título.
A partir de un brainstorming que tuvo lugar en Hamburgo en
junio de 1999, quedó claro que queríamos debatir entre
mujeres de teatro de diferentes culturas sobre las imágenes
de femeninidad en las artes escénicas y los medios de
comunicación. La idea del Encuentro nació en enero de 1997
en uno de los Centros Nacionales más activos del Instituto
Internacional de Teatro, en Bangladesh, donde el CIDC
organizó el simposio Women in Theatre. Un encuentro
internacional de mujeres de teatro en el año 2000.
Queríamos hacerlo con humor, sin caer en la exasperación, en
el leitmotiv, ¡en algo tan alemán! Al fin y al cabo se
trataba de una pregunta con picardía.
Sin duda, el
Encuentro no fue algo fácil de gestionar en Alemania,
teniendo en cuenta el creciente número de mujeres que
trabajan en la dramaturgia y en la redacción, en la
dirección y en la producción hasta asumir puestos de poder
en el ámbito de los medios de comunicación. Entonces, ¿tal
vez se trataba de una pregunta obsoleta que estaba ya agotada?
¿Anacronista? ¡Esa es la clave! Anacronismo. ¿Acaso no
vivimos en un mundo global más o menos anacronista? El teatro
es prueba viviente de ello. El trabajo preparatorio más
complicado para nosotras, las tres organizadoras: Hedda Kage,
dramaturgista, la Dra. Kati Röttger, investigadora teatral, y
la Dra. Annette Bühler-Dietrich, investigadora literaria,
consistió en clasificar un sinfín de cuestiones en ámbitos
temáticos estructurales, sin prejuzgar o ya imponer un
resultado.
Cuánto más
fácil habría sido concebir una conferencia entre mujeres
procedentes de Europa Occidental y de EEUU y compilar en una
lista los nombres pertinentes. Rodamos cabezas en la búsqueda
de socios, de patrocinadores, y de un marco apropiado para
celebrar los actos. Al final nos reunimos con 74 mujeres de
teatro – artistas, actrices, coreógrafas, directoras,
autoras, compositoras, investigadoras – procedentes de 21
países invitadas por Marie Zimmermann, directora artística
del Festival Theaterformen 2000.
¿En qué
ambito afectivo se situarían esas artistas y performers
procedentes de áreas culturales tan diferentes? ¿Dónde si
no sabían nada las unas de las otras? ¿Cómo trazar el arco
que va desde Berlín a Teherán, desde Sierra Leona a Corea
del Sur, desde Croacia a Bangladesh, desde Vilna a El Cairo,
desde Buenos Aires a Minsk, sin perder el valioso tiempo con
datos personales y biográficos o con debates femenistas,
políticos o fundamentalistas?
Como las
diferencias en cuanto a las categorías estéticas y a las
condiciones políticas y sociales serían muchas, el punto de
partida fue la pregunta principal que se plantearon todas las
participantes: Su responsabilidad en la re(construcción) de
las imágenes de feminidad en las artes escénicas.
Un año antes
habíamos intentado formular, analizar y evaluar nuestras
esperanzas y deseos en una caótica aunque muy convincente
reunión. Gracias al cuestionario que respondieron las mujeres
con las que manteníamos correspondencia, nos pusimos de
acuerdo con las mujeres invitadas acerca de los temas a tratar
y la línea de nuestros planteamientos. Sus valiosas
aportaciones nos orientaron en la decisión de las cuestiones
más fundamentales. De este modo, la conferencia brindó a las
participantes de distintas generaciones y culturas, la
extraordinaria oportunidad de hablar de los fundamentos de su
diversidad cultural, de rituales y tabúes, de tradición y
globalización. La oportunidad de cuestionar las genealogías
míticas y las jerarquías que marcan tanto los procesos de
producción como los resultados artísticos.
Las más de 40
conferencias, presentaciones artísticas y los cuatro grupos
de estudio con un máximo de 15 participantes que trabajaban
de forma paralela a diario se organizaron bajo el título de
tres temas centrales: Myth & Media, Gender & Ethnicity
y Body-Memory-Biography. Del mismo modo, la gran cantidad de
material recogido para el Encuentro tuvo que presentarse en
distintos talleres, así como mediante sesiones audiovisuales.
En todo momento
se respiró un atmósfera excepcional y creativa, originada en
parte por el cansancio y la intensidad de las casi quince
horas de reunión diarias, horas socorridas por la generosidad
de la cantinera persa y gracias a la cual, nadie tuvo la
necesidad de cambiar de aires. A pesar del agotamiento,
después de las concluyentes mesas redondas que tenían lugar
cada día, las infatigables damas se distribuían por las
manifestaciones teatrales vespertinas y nocturnas del
Festival. Se había engendrado entre los grupos de estudio un
deseo y una necesidad de hablar abiertamente no sólo sobre
experiencias de la vida y de posiciones sociales, sino
también de conocer los planteamientos y apreciaciones foranos,
de trabajar como una unidad, en concreto y en persona. De esta
forma, las reflexiones teóricas de los grupos se
transformaron en talleres, en acting communities para observar
las diferencias o similitudes entre los lenguajes corporales
de una forma consciente.
¿Es un
anacronismo el cuerpo maltratado de la actriz en Semillas de
memoria de Ana Woolf con sus implicaciones metafóricas y
políticas del cuerpo ultrajado de la nación argentina?
¿Tiene algo que ver con el significado del cuerpo artificial
de una Lara Croft como lo definiría Manuela Barth? ¿Cómo se
relacionan la información y el estímulo en el Community
Theatre de Elvira Janneh Jones de Sierra Leona con la
ficcionalidad multimedia de la norteamericana Marlena Corcoran?
¿Es la censura verbal del cuerpo femenino en el teatro
egipcio más víctima que el cuerpo invadido y manipulado por
la química y la electrónica, como lo describió Sue Ellen
Case? ¿Dónde se encontrarían
Medea y Marilyn si se deconstruyeran los mitos en otros
contextos o si se configuraran de nuevo?, se preguntó Kati
Röttger. ¿Cómo se traspasarían los mitos en un nuevo
contexto narrativo? ¿A través de la conquista y de la
teatralización de los espacios? Así lo hacen la surcoreana
Kim Ara (Odipo en los arrozales o Hamlet en los baños
públicos) o la argentina Chété Cavagliatto (la Divina
Comedia de Dante en una plaza de circulación de tráfico
inmenso, en una isla o en el Palacio de Justicia) o las
españolas Margarita Borja y Sara Molina (Hekuba de
Catamarca). ¿Qué estrategias de producción y qué medios
estéticos remiten a posicionarse de forma provocativa en
contra de la cursilería internacional femenina?
Durante cinco
días las participantes contemplaron fascinadas la diversidad
de energías, de potencial subersivo, de independencia del
resto de mujeres. Contemplaron cómo en un marco libre de
represiones este Encuentro quedó como manifiesto.
Y cuando todo
termina... ¿qué queda además del recuerdo, de las nuevas
amistades, del propósito común? Por parte del organizador,
sin duda la necesidad de próximas conferencias con nuevos
puntos de concentración, coloquios, la publicación de
aportaciones centrales en revistas.
Curiosidad e
interés derivaron en invitaciones y en nuevos proyectos, y
después de que el gran número de artistas de Internet nos
invitaran a realizar un viaje virtual por la red global de las
comunicaciones, se pensó en la creación de una página web
científica, competente y bien cuidada que actúe como foro
para hacer posible la continuación de los intercambios.
Por último,
dar las gracias a Marie Zimmermann, que nos invitó a la 2ª
Academia de Verano en el recinto del Centro de Formación y
Ocio Bürgerpark (FBZ) en Braunschweig. Gracias especialmente
a dos integrantes del Festival, es decir: dos producciones,
que completaron los coloquios y encuentros laborales de la
conferencia: Eve Enslers, Vagina Monologe en la versión de
Martina Wrobel del Staatsschauspiel Stuttgart, y Otto Kuklas‘
Videooper Memory del Teatro Neumarkt de Zúric, basada en el
film documental Mit Haut und Haar de Martina Döcker y
Crescentia Dünßer.
No hay
respuesta a nuestra pregunta. Pero nos divertimos, nos reímos
como nunca, y la policía de Braunschweig tuvo que tomarse la
molestia de imponer silencio y orden.
Traducción de
Judith Sánchez-Gordaliza
|