HACER TEATRO HOY. CÓRDOBA: FESTIVAL EN TIEMPOS DE CRISIS
Argentina

Por Hedda Kage

Córdoba a comienzos de la primavera. Fines de septiembre, con temperaturas veraniegas y árboles florecientes, no deja entrever al turista nada en un primer momento: no hay depresión, no hay pobreza visible. Las personas se juntan un sábado a la noche en el Shopping Center Patio Olmos, las vidrieras llenas, los precios normales, bastante burlescos para los poseedores del euro, que entre pesos y bonos, logran un cambio a 1:3,8. Los pantalones y zapatillas de las marcas internacionales y la variedad confiada a la que le vuelan las moscas, hacen que por primera vez se de cuenta, cuando la acompañante lo hace notar, que la gente pasea, mira todo aquello que ya no puede comprar, porque el ahorro ya no está. Los precios subieron, los sueldos cayeron, nadie paga más impuestos, apenas reúnen el dinero para el alquiler, de Obras Sociales o Seguros ya no se habla, sacan a los chicos de los colegios privados, los únicos capaces de garantizar algún tipo de educación sólida.

La cola de espera un lunes por la mañana se la observa por cinco cuadras y se mueve por horas en las pocas ventanillas de atención, para sacar de los bancos los $ 120 de subsidio mensual. Acá no hay diferencias de clases sociales, ya que se encuentran desde maestros desocupados hasta el basurero, todos aquellos que no se han sumado todavía al "éxodo", al salto en el exilio hacia Europa o a los Estados Unidos.

El 50% de la población esta bajo la línea de la pobreza. Existe un aumento masivo de la criminalidad, cada vez en sus expresiones más terribles. "Secuestros express", se denomina en lenguaje popular a una nueva forma extorsiva de secuestro de personas. En las zonas más tranquilas de la ciudad, es posible ver en las persianas bajas y en las ventanas tapadas de muchas casas el mismo cartel: "se vende, se alquila". En el campo, en los pequeños pueblos de las sierras, donde hasta ahora el turismo florecía y que representaba un tercio del ingreso de la provincia, hay casas muertas, jardines olvidados, dejadez y parálisis.

Todavía no es todo tan grave como en Buenos Aires, donde la recolección municipal de basura, con la diferenciación de la misma y que la gente no quiere, necesita de la protección de la policía contra los cartoneros.

Inmobiliarias y concesionarias de autos están casi en la ruina. Mientras en cada esquina hay una casa de cambio con los porcentajes entre pesos y bonos locales, la especulación y el juego crecen.

Cuando la gente esta agotada por tener trabajos extras mal pagados ¿de donde sale la energía, la fantasía para generar proyectos alternativos o para dejar crecer ideas políticas nuevas? Por lo pronto alcanza para las pequeñas soluciones los llamados "trueques".

Hace tiempo que la corrupción ha alcanzado disolver toda la estructura social-moral y la docilidad atraviesa toda la sociedad. Cómo puede ser que hablar de responsabilidad sea todavía un tema, cuando representantes de la ciudad no pueden explicar el porque tienen un millón de dólares depositados en su cuenta bancaria. ¡No se hace una investigación de los escándalos!

La tirada gratis de un diario con formato de bolsillo (Diario de bolsillo), informa de manera cotidiana este tipo de casos. Por lo menos existe una cantidad de ciudadanos que busca una revocatoria del mandato del actual intendente y para ello necesitan 80.000 firmas. En el ámbito nacional las cosas no son mejores. Ninguno de los candidatos a presidente para las próximas elecciones es confiable para cambiar el rumbo. Son todos representantes del sistema, responsables de la ejemplar quiebra del país.

En la disuelta atmósfera del Café estudiantil Alfonsini, no es posible percibir la crisis en un primer momento. Se toma menos, se comparte la botella de cerveza, se toma un café, en vez de tres, pero la atmósfera es especialmente confortable.

Difícil es imaginar que la crisis ha llegado incluso a los colegios, donde como dicen, existe un aumento de violencia. De la Oficina del Festival se robaron computadoras, así como de la casa particular de la responsable del Evento. Esto no lo paga ningún seguro y la policía se encuentra desarmada o en algunos casos aislados hasta participa. No por nada crecen las empresas de vigilancia privada directamente proporcional con la criminalidad. Porque todos están mal pagos, siempre aparecen colaboraciones entre unos y otros.

Naturalmente nosotros nos movemos en lugares en donde la pobreza no se percibe a simple vista. Las calles están llenas de amarillo o verde por los taxis y remises vacíos que circulan. Demasiadas licencias fueron otorgadas. Gente joven deseosa de tener un futuro tanto para su familia como para el país, están ahora resignados pues ningún candidato presidencial se atrevería a cambiar a fondo el sistema social existente, tan arraigado en la mentalidad de la población, y cambiar “recipientes de limosna” (120 pesos mensuales) en fuerza productiva. También la libre de culpas candidata Carrió es catalogada de idealista sin perspectivas porque en su futuro gabinete no tiene Ministro de Economía capaz de imponer cortes radicales en el sector social, en contra de todos los “conceptos socialistas”, para invertir el dinero desperdiciado (regalado) en iniciativas productivas que le corresponden al Estado. El país está vendido; la Patagonia pertenece en gran parte a los Benetton. El menemismo llenó los bolsillos de su clan y su equipo y lo que sobró lo repartió a los demás. Nadie esta preparado para un cambio fundamental, ni los sindicatos, quienes fueron "vendidos" y Menem el responsable. Suena como un chiste de cabaret y es real: cuando Menem llegó a los primeros 100 millones de dólares en su cuenta personal, hizo una fiesta para el círculo de gente más cercano a él. Ahora es candidato nuevamente y no es poca la gente que finalmente lo apoyaría, ya que al fin y al cabo, bajo su gobierno entró dinero al país. La crisis actual se debe a su política, todos lo saben y a nadie le importa.

Que el ex-presidente y actual candidato Menem, teniendo una cita con el Poder Judicial, no apareciera, no sorprende a nadie. Afirmó no tener tiempo, además de conocer al juez.

Se dice: "El pez apesta desde la cabeza". Las escandalosas y las absurdas dimensiones pertenecen a la loca realidad y los sindicatos con su gran estructura organizacional no son ningún factor de oposición ya que están estrechamente ligados al corrupto sistema de privilegios y limosnas. El inmedible mar de trabajadores, en algunos sectores, trabaja hasta 10 horas diarias, a pesar que un trabajo eficiente no demandaría más de cuatro horas. Profesionales bien calificados y formados por el Estado buscan irse, lamentablemente, lo antes posible al extranjero. Es para reír y llorar. La depresión de 1930 no fue tan grave como la de ahora. Sólo poco se mueve en la parálisis. Hasta lo poco es asombroso. A esto corresponde el

FESTIVAL DE LA AMISTAD,
como Graciela Amaya denomina con cariño a lo que hace tres años le dio la vida y que en contra de todos los pronósticos y en medio de unas de las crisis económicas mas difíciles, defiende al Festival Internacional de Teatro Mercosur 2002. Ella dice con razón, ya que entre las condiciones que ella propone es impresionante la solidaridad internacional y el apoyo de los grupos nacionales y regionales que colaboran con el Festival que sufrió un recorte del 50% de su presupuesto. Es llamativo. La charla con la “Turca” –así se les dice en Argentina a los de descendencia árabe- y recién Directora de Teatros de la Provincia, contesta como un volcán a punto de explotar, floreciente de energía, con generación de ideas, dos días antes del comienzo del Festival: ¿Cómo se hace un Festival en tiempos de Depresión?. "En principio no se hace nada distinto a otras épocas, porque estoy convencida que en realidad nada ha cambiado. Arte, cultura en general, es una inversión en las personas, y no en un sector catalogado socialmente. El dinero para la cultura no puede ser manipulado, ya que es el refugio de la reserva de fantasía del hombre, la base para su comprensión en contra de la auto alienación y destrucción de afuera". Por eso este Festival, donde los grupos invitados no reciben honorarios ni viáticos, son alojados en hoteles de tres estrellas, así como una participación en las ganancias del 80 al 20%, puede definirse un Festival con posibilidades limitadas, pero no "pobre". Pablo Cadena, pintor, profesor universitario y desde hace tres años nombrado por el Gobernador de la Sota como Director de Cultura de la

AGENCIA CORDOBA DEPORTE, AMBIENTE, CULTURA Y TURISMO
se toma el tiempo de guiarnos en la razón de ser de esta nueva institución cordobesa. Cuando cambió el gobierno en la Provincia de Córdoba, el Gobernador con el pequeño partido de la coalición de Pablo Canedo y sus amigos no tuvieron un camino fácil lo que a la cultura se refiere. Primero se elevó la asignación de aquella época en un 130%, es decir unos 18 millones de pesos más, y se elaboró un nuevo concepto político-cultural para lograr una mayor eficiencia y una transformación en su estructura. Antes casi el 90% de los ingresos era destinado para el pago de personal, así que no quedaba sustancialmente mucho. Así lo veía el nuevo borrador de creación de una Agencia de Cultura, la cual debería ser independiente del Ministerio de Cultura y de su estructura burocrática y responder directamente al Gobernador. La Agencia, -sólo las escuelas de arte quedaron bajo la órbita del Ministerio de Educación- agrupa a algunos museos, teatros, salas, áreas deportivas, naturaleza y medio ambiente con estancias y sitios de importante interés histórico, denominados “patrimonios culturales”. Es autónoma en cuanto a la utilización de los recursos y pudo así, en poco tiempo, no sólo reemplazar trabajadores por mano de obra especializada, sino también, por ejemplo, mejorar la estructura edilicia del Teatro Real así como otorgarle un nuevo brillo al Chateau Carreras con su clásico parque con una extraordinaria exposición de arte moderno. Con un activo programa de actividades (conciertos, charlas, teatro al aire libre) Pablo Cadena busca que la joya arquitectónica que es la ciudad y que está en el consciente colectivo de la población, sea una nueva incorporación a la atracción turística de la ciudad. Los artistas realizan sus trabajos generalmente sin percibir honorarios, pero reciben de la Agencia carteles y publicidad para hacer conocer sus producciones: Objetivo: autogestión. Otra iniciativa productiva fue el reconocimiento como patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO de los edificios jesuíticos. Pablo Cadena disfruta de sus éxitos, que le demandan tanto tiempo y energía, que pocas reservas le quedan para el trabajo artístico personal. El sabe muy bien, que –en el caso de un cambio de gobierno a comienzos del 2003– muchos puestos de trabajo entrarán en disponibilidad, pero institucionalmente hay mucho garantizado. Esto también quiere Graciela Amaya para el Festival Internacional de Teatro del Mercosur y mantiene intensivos contactos cooperativos con las organizaciones de Festivales similares en Uruguay y Brasil. ¿Qué dijo el Gobernador de la Sota, tan suelto de cuerpo en su discurso de asunción?

LA CULTURA ES “LA PAMPA DEL ALMA”
¡Ojalá pueda protegerse del derrumbe político-cultural!
“La mitad del objetivo de este Festival, es contra el aislamiento, que tan frecuentemente va de la mano de la pobreza”, opina Graciela. “Entonces vale generar una política de la cultura como parámetros que guíen al Festival. Para mí esto incluye también un intercambio cultural, que no necesariamente toma las innovaciones internacionales sin sentido, vendidas en los folletos, sino en el cuidado de estrechas relaciones, como en el caso con Alemania, que gracias a la continuación del trabajo con el Instituto Goethe a través de los años y que en este Festival participa como invitado en dos obras y cuatro coproducciones”. Los ojos de “la turca” brillan cuando recuerda su estadía en Frankfurt y Berlín, sus sensaciones, los falsos mitos y prejuicios que borró. Ella sabe que este Festival es un bautismo de fuego. ¿Participará la gente, pagarán 5 pesos por las representaciones en la salas grandes y hasta 8 en las salas pequeñas?

Esto es una cifra sensiblemente inferior a la del pasado año, cuando la gente tiró abajo las puertas. Pero las personas bajo los efectos del shock económico –¿cuánta importancia vital tendrá para ellos este año el Festival? ¿utilizarán sus magros ingresos en las ofertas que se les ofrece? Misma duración, misma cantidad de grupos participantes, alrededor de quince talleres para actores, baile, críticas teatrales, dramaturgia y teatro para niños, un simposio de autores, así como muestras en cárceles y hospitales. El conjunto del programa ofrece un equipo de asesores y un equipo muy unido, confiable en un ciento por ciento. Los padrinos extranjeros han tomado una decisión y los asesores nacionales han hecho, sobre la base de videos, su propia elección entre la pequeña variedad de grupos. ¡Es asombrosa la financiación que los grupos han conseguido! Treinta y siete grupos (internacionales y nacionales), con más de 200 representaciones no sólo en la ciudad de Córdoba, sino en toda la provincia, demuestran el financiamiento obtenido. Para la apertura, el sábado 28 de septiembre, a las 20:30 horas, los organizadores desistieron de los fuegos artificiales para reemplazarlo por algo pagable y teatralmente lleno de efectos, en un espectáculo en la calle con puesta en escena sobre el frente del Teatro San Martín, cuyas grandes ventanas fueron adaptadas como escenario para los miles de espectadores que pagaron. Con músicos y vestuario, responsabilidad del vestuarista/director, hacen una serie de actos humorísticos de óperas, operetas y musicales, cuyos protagonistas como figuras vivas paseaban entre una ventana y otra. No hubo discursos oficiales, sólo una moderación al mejor estilo televisivo, que fue transferida en directo por los estudiantes de la Escuela de Cine. Dos puestas paralelas (Italia y Cuba) abrieron a las 22:30 a sala repleta el programa artístico.

CUBANÍSIMO
es una prolija combinación de concierto y recitación. El actor afrocubano Tito Junco es un mito viviente y cuyas recitaciones de la poesía de Nicolás Guillén y de algunas baladas liberan al programa de la mera convencionalidad y atractivo virtuosismo de la noche. En el hace poco restaurado y bien dirigido Teatro Real con sus tres plateas estallan en un frenético entusiasmo, cuando el conocido Septett Matamoros deja que la rumba fluya como lava entonando el inolvidable “Comandante Che Guevara”. Para el 35 aniversario de la muerte del “Che”, quien ocho años de su infancia vivió en Alta Gracia, el diario Página 12 editó un CD con fotos y textos conocidos y muchos desconocidos de él.

MEMORIA Y OLVIDO
a pesar de no ser necesariamente el tema preferido en la actual miseria económica, se flamea como una bandera temática en algunas producciones del Festival y en eventos paralelos. En este contexto se haya el encuentro casual con Eduardo Pavlovsky, quien a la noche –fuera de programa, “a mí nunca me invitan desde Córdoba” - presenta en la Facultad de Lenguas la última función de su unipersonal “La muerte de Marguerite Duras”. La sala esta llena y afuera quedó un atasco de gente. La presentación tiene todos los condimentos típicos que convirtieron en leyenda a Tato Pavlovsky, quien también en Alemania con su obra “Paso de Dos” (1991 – Festival de Teatro Mundial – Essen-) y con “Podestad” (1996 – Congreso Teatro del Cono Sur – un encuentro con Alemania – en la casa de la Cultura del Mundo), se encargó en provocar una sensación perturbadora. El texto es un monólogo dirigido a un retrato familiar imaginario. En un viaje de recuerdos sutiles, intenta superar el pasado de la historia argentina a través de una historia familiar fingida. Así de fácil y de frecuente hasta llegar al límite, llena de sorprendente humor con su puesta manierista. Es asombroso como Pavlovsky guía a “su” público manejando con humor y delicadeza sus propios manierismos actorales llevándolo al cosmos de sus obras (peleas de box y violencia) que en la gran sala puede llegar a oírse el caer de una aguja. Esta transparencia –una virtud sui generis– siempre a la altura de nuestro presente queda fuera del programa del Festival, que con otra famosa puesta en escena de Buenos Aires, presenta el tema de la búsqueda de desgraciadas huellas en el pasado de la dictadura militar.

“Memoria” de Oscar Pacheco es la primera parte de su trilogía realizada por el Teatro Libre, cuya segunda parte, “Cinco Puertas” pudo verse en el Festival 2001. Un contraste ideológico y temático más grande en el tratamiento formal de la historia de la memoria no se puede imaginar. Por un lado el sillón analítico de Pavlovsky, ejecuta su acrobacia asociativa, elocuente, atravesando lúcida y dolorosamente toda la escala de emociones. Por otro, la tumba tenebrosa envuelta en oleadas de tinieblas asfixiantes, una cámara de padecimientos, un nicho de subconsciente, de desplazamientos de culpa. En ese paisaje lo que Pacheco hace es conjurar por medio de una luz encandilante fragmentos de acción, gestos, alaridos expresivamente ahogados. Al mismo tiempo que sorprende con figuras familiares estilizadas a través de un lenguaje artificioso, reducido que consiste en perfectos y efectistas cambios de posición.

Del mundo de las palabras de Pavlovsky salen caminos liberadores. Del Mausoleo de Pacheco no hay ninguna escapatoria. Diez años separan ambas producciones, mientras tanto una generación más joven levanta su voz al tema del recuerdo con variaciones grotescas, satíricas, irrespetuosas y malignas que borran todo pathos moral.

El trío Spregelburd, Tantanian, Daulte ha denunciado desde hace dos años con “La escala humana” todos los conceptos de valor y las fatalidades de la nación por medio de sus chistes provocantes que han dejado sin aire al público europeo. Ahora llega a Córdoba. “Cine quirúrgico” de Alejandro Tantanian pone la historia Argentina sobre el famoso genio Doctor Alfredo Posada y sus investigaciones genéticas, en la rama de las deformaciones sexuales en chicos, a través de fotografías que muestran casos del año 1899. Brillante la actuación de Rubén Szuchmacher en el papel principal que me hizo recordar al famoso “Mefisto” Gustav Gründgens. El compositor Rudnitzky hace su debut como director de escena de una manera visual y acústicamente congruente. Logra, a través de un humor involuntariamente cómico, evitar que el público se sintiera penosamente impresionado al ser confrontado a los viejos actores, las cuatro víctimas, a quién presentó como un coro griego.

Los teatristas alemanes nos sentimos muy unidos a todo lo que se refiere trabajos sobre el recuerdo, el duelo, la memoria, la historia “biografías construidas”. Así parece a los colegas argentinos cuando recuerdan los últimos años del diálogo argentino-alemán en Córdoba. Por quinta vez trabaja en Córdoba Stefan Suschke, quien fuera una vez dramaturguista del Berliner Ensamble bajo la dirección de Heiner Müller. Su proyecto “Manual para habitantes urbanos”, es un “trabajo en progreso” (work in progress). El concepto seductor pudo en la primera realización sólo impactar con limitaciones estéticas y técnicas. Reconocer: muy buenos videos sobre las vivencias en Córdoba, un excelente acompañamiento de cello y bandoneón, contrastan con los poemas de Brecht, los cuales son recitados por aficionados quienes no entienden lo que leen o no pueden expresar lo que entienden. Sin embargo el intento de mantener viva esta “urbane intervention” durante todo el Festival y a través de la combinación de la acción con Internet lograr otro nivel comunicativo donde se halla verdaderamente la participación a través de nuevos textos de espectadores / participantes.

En esta masiva acumulación de producciones interactivas y performantivas alemanas (por ejemplo “753 Piletas”), produjo una cierta irritación entre los teatristas cordobeses quienes preguntaban “¿por qué mejor no nos envían buenos directores de escena?” En este contexto se enfrentaban y revelaban las diferencias y exigencias culturales que necesitarían de una productiva tematización. Como acertadas en este contexto, es la también muy discutida obra, “Estando en sitio” en una sala de un sindicato, donde la joven directora alemana Liz Tetzner “trabaja” junto a tres jóvenes cesantes. Tratamiento cultural con una problemática social virulenta en una escenificación suelta y teatral. Con video proyecciones acústicamente sorprendentes y con un toque naiv de un joven rapero. Los tres jóvenes representan sus propias experiencias a través de divertidos cambios de rolles, fuera de cualquier sentimentalismo o especulación con la compasión del público. Con un taller sobre “Memoria y olvido” el año pasado evidentemente tuvo Liz Tezner una entrada a la típica idiosincrasia cordobesa para así conjuntamente a través de un camino de juegos, superar la anécdota privada del “arte testimonial”. La libre comprobación aliviada de los jóvenes actores durante los ensayos diciendo “No tenemos que ser víctimas” está bien en la línea de lo que Graciela definía como cultura, es una inmanente resistencia, que debe producir reflexión, crítica y motivación.

RESISTENCIA
bajo este lema hay que entender la invitación de Brigitte Remer, Presidenta de la Red Ubiquite-Culture (S) de París, quien con tres temas: “Pensar la ciudad”, “Crear la ciudad” y “La cultura como lugar de resistencia”, busca lamentablemente en forma un poco académica, un puente entre las experiencias históricas de Europa del este con la actualidad argentina, a fines de hacer un análisis crítico del término “resistencia”.

¿Qué es la resistencia? ¿En que producciones ésta se revela?

Ejemplo N° 1: en sala repleta el disputado espectáculo “12 de septiembre” del bufón italiano, Leo Bassi, un tour de force tremendamente polémico y en un español italianizado, maneja los atributos de un portavoz de un pueblo. Con un palo de golf destruye y destroza la bandera yanqui, tira huevos al público en vez de pelotas de golf e invita a un boicot de las marcas extranjeras caras como Nike, Adidas, etc. Corta la etiqueta de la marca (extranjera) de una remera de un espectador quien primero se niega a participar, y, luego, al aceptar logra convertirse en un héroe aplaudido para después ser transformado por Bassi en víctima de sus manipulaciones. Tales contradicciones son maliciosamente dirigidas. La denuncia contra el imperialismo mundial de los Estados Unidos –tiene que ver con el petróleo– se formula con un número muy impactante a través de un barril de petróleo, que domina con sus pies como un malabarista y al mismo tiempo cuenta una historia humorista de los talibanes. No es de creer que alguien pueda manipular elementos tan dispersos y coordinarlos a través de su impresionante presencia escénica. El punto culminante es el de “alquitrán y plumas” –número en el cual, él desnudo, con cuatro vasos de miel “nacional” (Italia), se rocía y dentro de un cilindro transparente iluminado a contraluz, se baña en plumas blancas. Ahí baila a través de toda la sala, se dirige a la entrada y corre hacia la calle llevándose al público consigo, con el tráfico en contra, aumentando la gente llamando a los que vienen por el boulevard, finalizando en las escaleras de la Facultad de Filosofía como toque final. ¿Resistencia como show? Demagogia fácil, una simplificación populista; el bufón se ríe de todo.

Ejemplo N° 2: en una muestra paralela la obra invitada de la joven holandesa Edith Kaldor –porque es en inglés –poco considerada, demasiado inteligente para aprovecharse fácilmente del humor. ¿Cuánta teatralidad hay en un software en una PC sobre el escenario?. “O presione escape”, es una pieza virtuosa que recuerda con clics, módulos, alargues y transmisiones, todo en una pantalla del tamaño de la pared, para lo cual la autora/directora se sienta de espaldas al público para “chatear” con el compañero digital, sobre sí misma y la vida. Repentinamente ella cae en flash back de recuerdos donde una y otra vez reconstruye el marco de la pantalla, para al final abandonar el escenario y dar a conocer la posibilidad de que ella deje el juego -de la vida en soledad del diálogo con una pantalla. Brava, fatal, inteligentemente humorística y teatralmente estupenda, en una tensión entre la dimensión de la proyección y la viva presencia del pequeño cuerpo. Esta producción muda, sobre la pantalla naturalmente hablada en inglés, el diálogo digital entre los permanentemente correctivos y peleas del “yo y yo” es un perfecto “teatro global” que es valioso en todo Festival.

OBRAS LOCALES
cinco producciones de la ciudad y de la provincia están en el programa principal, veintidós en la muestra paralela en una línea cordobesa. Ejemplo de ello son tres producciones.

Con gran placer pude ver en La Cochera –como segunda casa, un galpón reconstruido por Paco Jiménez y su grupo Los delincuentes- su nueva producción “Intimatum”, con actores cercanos a mí sobre todo con la impresionante Beatriz Gutiérrez. Es una combinación cómica, visual, musical, dramatúrgica y sorprendentemente asentada en las personalidades de los actores, de citas teatrales de “El balcón” de Genet, “El jardín de los cerezos” de Chejov, de “Nora” de Ibsen y de “Madre Coraje” de Brecht, con un orgiástico baile final, donde se comprueban quince años de fructífero trabajo en equipo.

También en el programa principal la obra de Marius von Mayenburgs “Cabeza quemada” -que realizó una gira por toda Latinoamérica con gran éxito– es una obra que comprueba la existencia de un discurso generacional que atraviesa a todas las culturas. Rechaza toda escoria psicológica en favor de una dinámica y precisa relación coreográfica en un espacio vacío con sólo dibujos básicos en el suelo, con una estructura idiomática expuesta que se traduce en una figuración corporal excesivamente destructiva. Al autor le hubiera gustado esta inteligente escenificación del Grupo La Resaca, que recibió apoyo del Instituto Goethe.

En la Academia del Teatro Medida X medida, fundada por la más famosa directora de Córdoba y varias veces premiada, Cheté Cavagliato, se encuentran dos performances y una lectura dramatizada ante un público entusiasta. Un descubrimiento dramático para el escenario es el joven autor mallorquino Joseph Pere Peyró –escritor de “Una lluvia irlandesa”– que es una maravillosa miniatura sobre el enorme malentendido entre hombres y mujeres, encontró el camino en el teatro francés. El director Jorge Díaz es un perfecto minimalista, tocado por Thalia, guía los actores, en un diminuto espacio, con gesticulaciones tan intensas y concentradas que una interrupción de respiración o el derrame de un té se convierten en una señal catastrófica. Con su propia musicalidad el director es capaz de descubrir en cada cuerpo de los actores una tonalidad específica.

Ambas escenografías de Jorge Díaz (“El lector por horas” de Sanchis Sinisterra y “Una lluvia irlandesa”) deberían haber tenido más funciones dentro del programa principal, en vez de poner algunas producciones sin importancia y decepcionantes de “despampanantes teatros” del Brasil, Slovenia y Uruguay.

Lamentablemente la gente sólo puede ir de noche al teatro, este año por motivos financieros, la publicidad en los diarios fue muy reducida, no hay transporte entre el mal iluminado predio de la Ciudad Universitaria hacia el centro. Es decir, que la poca asistencia del público se debe más a razones económicas que a falta de interés. Por lo mismo, faltó un lugar de encuentros en el que –público y artistas- pudieran encontrarse después de las funciones a fin de que el Festival se convirtiera en fiesta.

Como un cuerpo aislado, fuera del contacto con el Festival, quedaba el grupo de danza-teatro del Cairo Les digo, que impactó con su energía explosiva, vehemencia estructurada. Una cadena ininterrumpida de situaciones violentas de no dejaban momentos de respiro. La atmósfera estuvo llena de esperas temerosas y amenazantes al próximo ataque que aparecía repentina y explosivamente. Lamentablemente el sincronismo de las citas musicales banalizaba, en muchos pasajes, la rigurosa composición coreográfica.

Menos grupos y menos representaciones hubiera sido mejor para la impresión de la calidad general del Festival. No obstante en tiempos de crisis, cuando el presupuesto se ha derretido al 50%, parece difícil rechazar las ofertas de los amigos. En la dirección del Festival no faltan ni capacidad ni entusiasmo, sin embargo, tienen que defender sus criterios de calidad artística. El Festival debe resguardarse de la arbitrariedad política y estar institucionalmente asegurado para que ningún cambio de gobierno pueda derrumbarlo.

EXKURS: TEATRO PARA NIÑOS
después de 19 años el regreso con Héctor Presa del grupo “La Galera encantada”, teatro para chicos y jóvenes, presenta una producción familiar muy encantadora, en una sala errada con mala afluencia de público. Mientras tanto su grupo a crecido de una a diecinueve personas, casi sin ayuda monetaria empresarial, en su propio teatro en San Telmo, en el Galpón de Artes que fue llevado por el ASSITEJ. El Grupo de Héctor es un ejemplo llamativo sobre las posibilidades –allí la comparación con el enorme talento del Grupo cordobés Gruppe Xirulaxia– de cómo en este sistema no subvencionado se puede, con un arduo trabajo, funcionar. Tienen casi 300 representaciones al año, lo que significa un enorme esfuerzo. Con una intensa solicitud de colegios y centros culturales en los barrios y poblados alejados ha construido un público a la que corresponden las más de 1500 direcciones de e-mail que tienen (de allí hay muchas particulares) a las que tres veces al año hay que preocuparse de enviar información. Este público o amistades tienen privilegios anuales que por cada una entrada de seis pesos pagan un promedio de cuatro. De esto puede vivir el Grupo con dos o tres representaciones diarias, ya que no sólo está Héctor, autor y director del grupo, sino también los promotores. Una parte del grupo esta permanentemente de viaje en su propio auto, ya que ellos sólo confían en su propio equipo. Específicamente sobre la gran variedad del repertorio, donde también tienen obras en inglés para los colegios, se incluye un programa para mayores en un estilo de comedias musicales. Cada uno de los actores está en al menos seis o siete de las producciones. Héctor Presa ha observado y repetido ese modelo organizacional del Gripstheater, dice con gratitud refiriéndose a Volker Ludwig. Héctor piensa, que muchos de los grupos en Argentina podrían vivir mejor, si se movieran más. Esta mentalidad sin prisa, tendencia para no fatigarse excesivamente, es la que impide que mucha gente de teatro utilice, a pesar de la crisis, las posibilidades para mantenerse.